Cariño espero que hayas disfrutado de tu tiempo de asueto. Yo como siempre en mis menesteres tan disolutos. El tiempo pasa rápido y me hago mayor, sólo quiero expresarte que eres única para mí. Doliente, pausa, pero siempre amándote.
Eran las doce de la mañana y me asombro la belleza de la Puerta de Alcalá. Sigo la ruta pero desorientado como la vicepresidenta Díaz, pero yo tengo tablas para salir hacia adelante, me dirijo al museo del Prado y eso si es una monumental obra de arte. Fin del séptimo episodio.
El poeta Granadino cuyo nombre no recuerdo, quiere realizar un genocidio lingüístico en la academia de la lengua española. Todo es una barbaridad y además comete un acto atroz contra la cultura, todo auspiciado por no se quién.
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