Pasión. La pluma blanca de Motril. Autor: Francisco Javier Moreno Medina.



Después del sonoro ruido, seguimos con las caricias.

Llegando al éxtasis más extremo, le palpo el clítoris y ella se enoja.

A partir de ese momento volvemos a charlar.

Pensé tendrá sus motivos, lo dejamos para otro día.


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