La democracia del
caos
El
sistema político español es una impostura impuesto por la oligarquía del los
partidos mayoritarios. Además en relación a su ley electoral como a su
distribución de representantes de los ciudadanos. Estamos cerca del mes de mayo
del 2016 y no se ha podido formar un gobierno que nos desgobierne.
Las
distintas formaciones políticas no llegan a cuerdos para formalizar u gobierno
y estamos abocados a unas nuevas elecciones, que no cambiara el resultado
político y representación de las diferentes cámaras, según los diferentes
estudios demoscópicos.
La
desafección política está latente y los ciudadanos cada vez participan menos en
las cuestiones políticas. El 15 de mayo fue una excepción, porque la revolución
pacífica ha quedado en aguas de borrajas, es cierto que participaron todos los
segmentos de la población, pero los partidos políticos como Podemos, se han
apropiado de la lucha política de los individuos del estado español.
La
transición que se estaba produciendo en años anteriores era una esperanza para
cambiar la situación desesperada, porque el sistema económico que nos rige y
las diferentes políticas públicas están dañando el tejido social.
El
desempleo, los empleos precarios en condiciones ultrajantes nos lleva a un sin
salida los ciudadanos asumen los improperios de los diferentes gobiernos del
partido popular y del partido socialista.
La
economía de la mayoría de los ciudadanos europeos es tan caótica que no ve luz
al final del túnel, además se ha perdido valores como la solidaridad el apoyo
mutuo y otros valores existentes en la declaración de derechos humanos. Es
cierto que existen diferencias de
bienestar en los diferentes continentes, tanto en Asia, como áfrica, están
peores condiciones tanto a nivel de derechos humanos y de bienestar social.
La
democracia indirecta establecida por una minoría elitista nos conduce al
desamparo, a la angustia vital a la deshumanización del individuo y pierde la
fe en encontrar su espacio en la sociedad. Es difícil cambiar el sistema
político, económico y social, porque nos rige unas leyes económicas que
destruye al individuo, y otros quedan atrapados en la jungla en la cual se ha
convertido el siglo XXI.
Todo
ciudadano debería encontrar su espacio en la sociedad pero sin llegar a la
autodestrucción, por culpa del orden impuesto de la elite de cada nación. ¿Pero
es posible encontrar una sociedad basada en valores democráticos sin llegar a
la violencia que nos impone la elite económica? Para poder responder a esta
pregunta deberíamos luchar y participar en los diferentes organismos económicos
y políticos, y que no se la apropien los poderes facticos de las diferentes
naciones, que nos conduce a la miseria absoluta. El camino a recorrer está
lleno de dificultades, y el ser humano cada vez es más sumiso porque esta
situación caótica está bien atada para favorecer a las elites
económicas-financieras. Ser activo políticamente puede avanzar y prosperar en
la calidad de vida.
AUTOR:
Francisco Javier Moreno Medina
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